martes, 23 de septiembre de 2008

El diestro siniestro

El diestro -para mí siniestro- José Tomás ha sido elevado a la categoría de semidiós por la prensa y por los que disfrutan viendo torturar a un animal en la plaza. Su última e increíble hazaña: indultar un toro el pasado 20 de septiembre en la Monumental de Barcelona.

Tras leer la noticia, se me vino a la mente la tremenda escena de La lista de Schindler en la que el sanguinario criminal nazi Amon Goeth, interpretado por Ralph Fiennes, se mira al espejo y, sabedor de su poder sobre la vida de los prisioneros judíos, le da una nueva dimensión a su omnipotencia. Tan poderoso es el criminal, que empieza a disfrutar perdonando vidas. "Te perdono, te perdono...", repite el nazi con ojos de iluminado, con la mirada fija en el espejo.

Pero tanta misericordia aburrió pronto a Goeth. En la siguiente escena, ya apuntaba de nuevo a los prisioneros del campo con un rifle telescópico, desde el balcón de su despacho. En la historia, ciertos uniformes -también los de luces- han sido más amigos de la sangre que de la clemencia.

3 comentarios:

Mir I Am dijo...

¡¡¡Bravo!!! Tu si que te mereces un ¡¡OLEEE!! Y a muchas personas deberian cortarles las orejas y el... Al parecer hay algunos que si no demuestran matando, que son hombres, será que hay algo que no les funciona muy bien..y no hablo de eso que pensais, sino del cerebro.

Un saludo!

sarah dijo...

Brillante tu sencilla reflexión sobre el evento. Yo no dejo de sorprenderme ante la irreverencia de los medios tratando como arte algo tan salvaje como es esta manifestación "cultural" española. Cuando veo la pasión que todavía levanta este espectáculo entre gentes, me asusto, me asusto mucho, porque ni me imagino la de sádicos que van por ahi vesitos de "gente normal y decente".

Carles Català dijo...

Grandísimo comentario Javier, bueno, como siempre. El sujeto este, genialmente interpretado por Ralph Fienness, es un magnífico ejemplo de lo que algunos dieron por llamar "la banalidad del mal", vamos los que matan, exterminan, etc, pensando que es necesario y que pasarán a la historia como salvadores de la raza auténtica. Igualico que lo que los judíos hacen con los palestinos ahora.
Precisamente acabo de leer "Las benévolas" de Jonathan Littell, un tochazo de 1100 páginas, pero a ratos interesantes, un oficial nazi de las SS que va por la Rusia ocupada "eliminando" judíos y demás no arios a medida que el ejército alemán avanza (y cuando retroceden también), incluyendo horrores varios en Stalingrado, etc, etc. Lo que se desprende de esta novela es lo mismo que comentas en el blog, "la banalidad del mal", pensar que somos la raza elegida por Dios para mandar sobre la tierra.
Ciertamente, la conexión con la fiesta nazi-onal es clarísima. Somos la raza superior, de hecho la especie animal superior, y matamos toros cuando queremos, y los perdonamos cuando nos da la gana. Por mi parte, cada vez que un toro mata a un torero, lo celebro. Ya que son dos bandos enfrentados, ¿qué me impide ir a favor de los débiles? Un abrazo...