jueves, 12 de agosto de 2010

El Ramadán de Baco

La comunidad musulmana ha pedido a los empresarios "flexibilidad" con los fieles que deseen seguir el mes de Ramadán (ni comida ni bebida ni sexo en horas de sol). Es decir, que si Mohammed, que es temporero, obrero de la construcción o mozo de almacén, está que no se tiene en pie durante las horas de trabajo, o directamente le da un pasmo, hay que dejárselo pasar. Por respeto a sus creencias.

La misma Constitución que habla de derecho a vivienda digna habla de no discriminación por motivo de raza, sexo o religión. ¿Y no es discriminatorio ser especialmente permisivo con una determinada comunidad religiosa? Porque tengo claro que si Mohammed no coloca hoy los ladrillos que el jefe ha previsto, los tendrá que colocar -aparte de los suyos- Paco, el marido de Carmen.

Hasta ahora yo era un agnóstico convencido, pero visto el panorama, creo que me voy a inventar una (otra) religión. Adoraré al dios Baco y les diré a mis jefes que mi religión me prohíbe cualquier cosa que no sea andar de orgía en orgía enarbolando una buena copa de tinto. A ver si son sensibles con la causa.

miércoles, 9 de junio de 2010

Manual del empresario terrorista

Con este breve compendio, usted podrá seguir siendo un perfecto inútil a la hora de gestionar y administrar los recursos de la empresa, pero todo el mundo tendrá claro a quién debe obedecer. En este país sobran vagos e inútiles, pero faltan líderes como usted. He aquí algunas claves para afianzar su liderazgo:

1. El terrorista vive del miedo ajeno. Los bancos han hecho la mitad del trabajo por usted, atando a sus empleados con la hipotecas. Como empresario, usted sólo tiene que administrar convenientemente las amenazas de despido. El terror a no poder pagar las hipotecas mantendrá a sus empleados como ovejas en un redil.

2. No negocie nunca aumentos salariales. Ante una nueva contratación, pida a su empleado un justificante del pago de la hipoteca y ofrézcale exactamente esa misma cantidad como salario. Así quedará claro desde el principio de quién depende el pago de la cuota al banco. Para que su empleado no le sorprenda con la estúpida pregunta "¿y entonces de qué como?", ofrézcale cheques restaurante por un valor no superior a los 7,80 euros/día. Así usted quedará exento de declararlos a Hacienda y aportará a su empleado los nutrientes básicos para que rinda todas las horas que haga falta.

3. A veces, los empleados se le subirán a las barbas reclamando derechos, mejoras y otras gilipolleces. Coja a unos cuantos empleados y ejecútelos públicamente con cartas de despido. El ejemplo cundirá y el personal revoltoso se tornará manso de inmediato.

4. Usted, empresario, tiene por ley el derecho de que todo empleado acate sus órdenes, aunque éstas vayan contra las normas. Si el empleado, en un claro abuso de su condición, va y encima le denuncia, despídalo. Con un poco de suerte, tras la próxima reforma laboral, las indemnizaciones por despido las subvencionaremos entre todos.

5. Si en su empresa existe una resistencia organizada en forma de sindicatos, no se preocupe. Recuerde siempre que el miedo es su mejor amigo; eche a los sindicalistas la culpa de que, con tanto convenio y norma, la empresa no progrese y por tanto tenga que despedir a decenas de compañeros. Para ser más convincente, añada siempre: "¿Y quién sabe si no tendremos que cerrar?". El empleado acabará venerándolo a usted como salvador y renegando de los molestos delegados sindicales.

jueves, 27 de mayo de 2010

Lavado de negro

En los dos últimos días han asaltado mi TDT dos nuevos anuncios que hablan de nuevas energías, de renovar el mundo, del futuro que ya es presente... Los protagonizan Repsol y Galp, dos firmas petroleras que, como todo el mundo imagina, siempre han apostado por un mundo energéticamente responsable.

El vertido de la petrolera BP en el golfo de México no sólo ha dañado el ecosistema, sino también la imagen de las petroleras, y ahora los que consumen "nuevas energías" son los equipos de márqueting. Energía para lavar y centrifugar el negro lo antes posible.

domingo, 7 de marzo de 2010

Problemas de comunicación (y II): Catalanismo de pega

Los catalanistas radicales no me van a entender. Yo -que me reconozco catalanista en cuanto cruzo el Ebro- tampoco a ellos, ergo estamos en paz. Circulo por la Zona Franca camino de la ITV. Hay obras, muchas obras. Y mucha señalización provisional. Desvío por aquí, prohibido por allá. Pero el contenido de una de las señales queda en la incógnita. Alguien ha colocado una pegatina con la leyenda "EN CATALÀ".

No me dio tiempo a ver si llevaba firma. Imagino que mensajes tan universales, contundentes e irrebatibles no necesitan ser firmados. A continuación, pienso en el contrasentido de la escena: en defensa de un modo concreto de comunicación, alguien oculta un mensaje importante. El canal por encima del mensaje. Comunicación en estado puro.

Claro, que no le expliques esto al mozalbete con perfil de buzoneador cuyo orgulloso cometido es ocultar mensajes importantes para la seguridad del tráfico en pos de una cruzada lingüistica que alguien le ha explicado mezclando de la manera adecuada los conceptos "independencia", "autodeterminación" y "represión".

Si fueran más imaginativos, habrían construido modelos alternativos de carteles: "CARRER TALLAT", "SORTIDA DE CAMIONS", etc. Con el Word y la letra Verdana a tamaño 72 no quedarían nada mal. Y aportarían soluciones a un problema de comunicación que, de momento, poseen en exclusiva.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Problemas de comunicación (I): Belén Esteban a fuego lento

Pas(ill)eo arriba y abajo por el Carrefour a la caza de unos garbanzos en conserva. Los han vuelto a cambiar de estantería y la firma francesa se niega a rotular los pasillos por secciones. Hay que confundir al cliente, para que ande más, compre más y todo eso. "Franceses", pienso (de nuevo), y me vuelvo a sorprender de que en tierras galas se gestara algo tan ordenado como la primera enciclopedia.

Pero la sorpresa que me aguarda tiene su origen en nuestro producto interior más bruto. De repente veo tres hileras de sartenes. En cada una, a modo de tapa promocional de cartón, me saluda el rostro (antes de momificar) de Belén Esteban. E inmediatamente pienso que a pesar de la que está cayendo aún quedan directores de márketing arriesgados, transgresores, que se atreven a buscar el valor añadido de su producto en los bajos fondos de nuestra sociedad.

Gillette retiró el patrocinio a Tiger Woods cuando éste se puso a buscar hoyos en campo ajeno. Dejó de ser un referente. Pero el director de márketing de la marca de sartenes -que por cierto no recuerdo, tal era el eclipse de la Esteban- apostó por Belén como el referente de... algo.

Quiero pensar que dentro de unos años este ejemplo se enseñará en las facultades de Publicidad como lo que nunca se debe hacer para evitar un gran riesgo en la comunicación: el rechazo inmediato. Y no quiero pensar que, si me equivoco, algún día legiones de maruchis fieles de la "tertuliana" podrían perseguirme por pensar así. Sartén en mano y al grito de "¡Arriba la Esteban!", por supuesto.

jueves, 4 de febrero de 2010

Olor a podrido

Huele a requemado el chisporroteo que ha surgido entre el socialista Joaquín Almunia (comisario europeo de Asuntos Económicos) y sus compañeros de partido del Gobierno español. Almunia ha comparado la situación española con la de Grecia, otra de las rémoras históricas de Europa en lo que a economía se refiere. Tienen razón para enfadarse los miembros de nuestro Gobierno. España y Grecia son incomparables. Las construcciones que han colocado a España en el sitio que merece, como Marina d'Or, aún siguen en pie. Del Partenón no podemos decir lo mismo.

Huele a fritanga la actitud de los sindicatos mayoritarios, que con el aceite casi aguado ahora saltan con que "puede haber mmovilizaciones" si la situación laboral sigue así y encima nos obligan a trabajar dos años más. Más bien parece que a Cándido Méndez (UGT) alguien le ha clavado un alfiler en los mismísimos para que deje de pelar la pava con los socialistas. O que Toxo (CCOO) ha llamado a Cándido para ver si le va bien salir a la calle un rato, más que nada porque cuantos más parados, menos afiliados.

Huele a diarrea post fabada que Emilio Botín, presidente del Banco Santander y, por tanto, socialista obrero comprometido de toda la vida, sea quien le echa un capote a Zapatero declarando en público que España no va tan mal y que las medidas del Gobierno son las correctas. Son los panes prestados de la banca al Gobierno. Cuando éste tenga que pagarlos, el hedor será insoportable.