"Pues bien, ahora llegan estos tipos afirmando que ellos quieren sus órganos no para unirse al otro sexo, no para fundar una familia, no para participar en el misterio, no para usarlos con respeto y veneración, no de acuerdo con la naturaleza, sino literalmente para introducirlos en el conducto de la m.erda de otro igual y dejar allí la semilla de la vida, esteril entre excremento. (...) Estos tipos son unos tarados. Unos enfermos. No sé si su mal será físico o psíquico, pero la ciencia debería ocuparse de ellos. Y precisamente porque creo que son unos enfermos, no los desprecio, al igual que no desprecio al que padece cualquier otra enfermedad. Al fin y al cabo, todos tenemos cerca algún homosexual".
Comentario publicado por un lector en Presente y Pasado, blog del insigne Pío Moa
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