sábado, 19 de septiembre de 2009

La guerra de Ikea, en Futura bold

Aviso a los snobs del diseño: escribo esta entrada con tipografía Verdana sólo para tocarles las narices.

La noticia más vista durante varias horas en la edición digital de EL PAÍS de ayer llevaba por titular: "Ikea inicia la gran guerra tipográfica". Normalmente alcanzan el status de noticias más leídas: a) los triunfos/fracasos deportivos; b) escándalos y desnudos, y c) tragedias y asesinatos (si incluyen fotos o vídeos, mejor). No es el caso, pero leemos Ikea y allí nos arrojamos todos.

La "guerra" de Ikea sólo consiste en que han sustitudo la tipografía corporativa de toda la vida de su catálogo -la Futura, aunque ya está un poco pasada- por otra que hace hervir la sangre de los diseñadores (y en general de todo aquel que quiere parecer 'cool'): la Verdana. Dicen los entendidos que la Verdana es un tipo de letra diseñado para leer en pantalla, pero banal e impersonal para utilizarlo en documentos impresos, y más si son de carácter corporativo, como un catálogo.

En cambio, en un intento por equiparar el catálogo impreso y los contenidos web, Ikea ha optado por una única tipografía, que además todos tenemos instalada por defecto, independientemente de si usamos Windows o Mac OS. Si Ikea quisiera incluir la corporativísima Futura en sus páginas web, le serviría de bien poco, ya que la mayoría de exploradores de Internet no reconocen esta letra y la acabarían sustituyendo por cualquiera de las "banales".

Lo que me fascina de todo este asunto no es la disputa entre la Futura y la Verdana, tan anodina como lo puede ser una pelea Campanario versus Esteban. Me vendrán ahora a decir los entendidos del diseño que la Futura es una letra nunca vista, vamos. Me fascina, decía, la capacidad de Ikea para transformar cualquier chorrada en noticia. Ikea no anuncia colecciones, anuncia la salida de su catálogo; y en las oficinas, el primer compañero de trabajo que lo tiene es como el primer niño de séptimo B que traía la revista porno a clase. Todos se arremolinan entorno al poseedor de la moderna biblia del mueble.

Ikea ganó hace mucho tiempo otra gran guerra: la de colar titulares en prensa.


P.D: Seguro que un porcentaje elevado de quienes leyeron la noticia de las tipografías todavía usan Comic Sans para redactar mails y documentos en su trabajo.

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