lunes, 27 de octubre de 2008

Crisis de la construcción

La crisis de la construcción comienza desde los cimientos. Estaba convencido.



Encontrado en plug&pray

sábado, 18 de octubre de 2008

Terrorismo de empresa

Ayer, en una de mis divagaciones anti-sistema, exponía a quien me soporta en casa que el terrorismo no sólo lo practican los que ponen ponen bombas contra personas o edificios, que las grandes multinacionales y los poderosos del mercado también practican el terrorismo a su manera. "Terrorismo" no define al atentado en sí, sino al hecho de infundir terror entre la población. El terrorismo no es la bomba, es el miedo a la bomba.

El miedo al despido se ha convertido en una mortífera arma terrorista que miles de empresarios sin escrúpulos esgrimen a diario contra trabajadores asfixiados de deudas y que claudican ante las aberraciones laborales más intolerables con tal de poder seguir pagando la hipoteca.

Si los imbéciles de la kale borroka quemaran los cajeros como gesto de sublevación contra el poder económico, fíjate tú, hasta me caerían bien, los chavales. Pero son tan gilipollas que dicen que lo hacen para forzar la independencia de Euskadi. Vamos, tan absurdo como si yo, para ir a por agua, me cortara una oreja.

Y en éstas que me encuentro con un genial artículo de Saramago que, con maestría y claridad, hace una reflexión similar, comparando la actitud de las empresas con los crímenes contra la humanidad. Cito:

"Lo que está pasando es, en todos los aspectos, un crimen contra la humanidad y desde esta perspectiva debe ser objeto de análisis, ya sea en los foros públicos o en las conciencias. No exagero. Crímenes contra la humanidad no son solo los genocidios, los etnocidios, los campos de muerte, las torturas, los asesinatos selectivos, las hambres deliberadamente provocadas, las contaminaciones masivas, las humillaciones como método represivo de la identidad de las víctimas. Crimen contra la humanidad es el que los poderes financieros y económicos de Estados Unidos, con la complicidad efectiva o tácita de su gobierno, fríamente han perpetrado contra millones de personas en todo el mundo, amenazadas de perder el dinero que les queda después de, en muchísimos casos (no dudo de que sean millones), haber perdido su única y cuántas veces escasa fuente de rendimiento, es decir, su trabajo".

Merece la pena leerlo completo

sábado, 11 de octubre de 2008

El coñazo de la Hispanidad

Qué queréis que os diga, pues en parte me alegro de que este 12 de octubre haya caído en domingo y apenas se haya notado el carácter festivo de este nuestro patrio día. Porque hay aspectos de la "Hispanidad" que deberían darnos vergüenza. Esa Hispanidad que, según nuestro monarca, nunca fue impuesta, supuso hace cinco siglos el sometimiento, cuando no el exterminio, de pueblos enteros. En contra de la idiotez soltada por el jefe de los Borbones, la lengua de nuestro otrora imperio ha sido impuesta hasta hace bien poco por personajes que, también hasta hace bien poco, gozaban de estatua ecuestre en la capital del reino.

La Hispanidad fue la macabra consecuencia del loable descubrimiento de un nuevo continente -al que ya habían llegado otros marinos, pero sin la fortuna del patrocinio Realcatólico-. La nueva tierra -y sobre todo, los metales dorados de sus pobladores- fueron el reclamo para codiciosos de la calaña de Pizarro o Cortés, que -éstos sí- aún gozan de estatuas y placas en no pocas ciudades españolas, sobre todo extremeñas, de donde eran oriundos.

Ensalzar la "Hispanidad", con todo lo que les supuso este maldito concepto a los indígenas americanos, es tan macabro como si se creara una fiesta de la energía atómica cada 6 de agosto, coincidiendo con la efeméride de la criminal bomba sobre Hiroshima -el mayor atentado terrorista de todos los tiempos-.

No me extraña que una parte del desfile militar -por una vez, coincido con Rajoy, es un coñazo- lo encabece una cabra. Ni que lo presida un burro.

miércoles, 1 de octubre de 2008

La crisis con humor británico

En mi visita casi diaria al blog de Ignacio Escolar, he encontrado este magistral ejercicio de sátira sobre la crisis, la economía de mercado, las hipotecas y la loba que las parió a todas juntas. Merece la pena verlo entero. Si el excelente y famoso resumen del profesor Leopoldo Abadía aún nos puede parecer pesado, este gag resume a la perfección la esencia de la crisis hipotecaria de Estados Unidos. Humor británico fino, fino.