Leo el artículo Italia no es país para jóvenes, publicado en El País y, con la única salvedad de que contraviene una norma del libro estilo de este diario que considera poco acertado jugar con títulos de películas para titular una noticia, es un informe demoledor sobre un país que sorprendentemente es socio de pleno derecho en las reuniones de amigotes del G-8.
Al hilo del citado reportaje, la mordacidad del lector Fernando Ugarte al preguntarse, en su carta del día siguiente, de qué país hablaba el reportaje, es igualmente demoledora. Es todo un guante arrojado a la dirección de éste y otros diarios; un reportaje similar que destripara la realidad laboral en España nos daría un motivo más para sentir vergüenza de los que nos dirigen desde sus poltronas de siempre.
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