viernes, 22 de febrero de 2008

Lo mejor está en la firma

En los periódicos se publican a diario decenas de cartas aparentemente normales, que hablan de temas más que trillados. Sin embargo, la firma, identidad o hazaña que acompaña a veces al remitente hacen que los escritos adquieran otra dimensión, en este caso, sarcástica hasta las últimas consecuencias. Por favor, leedlo hasta la firma.

El último adiós

Cada vez se entierra menos tradicionalmente. Las nuevas propuestas y tecnologías son la incineración del cadáver. Al parecer, los terrenos son muy caros y se precisan para hacer pisos. Con lo que te morirás con la hipoteca de 30 m2, donde cabrían unos cuantos cadáveres. Podéis reír. La cremación tampoco resulta una ganga, aunque te obsequien con una urna muy mona enfundada en bolsa de diseño y certificado de la calidad de la combustión. Eso sí, biodegradable, para que allá donde tiren las cenizas, o toda la urna, se autodestruyan rápidamente. En los trámites del entierro, se obsequia con unos libros para preparar a los familiares en tan doloroso trance, uno de ellos es Qué hacer delante de la defunción, el otro Estás en mi corazón. Un espacio en el duelo, donde te hacen un hermoso recorrido de las cuatro estaciones de la vida natural y de los tres estados del finado: nacer, vivir y morir, aunque ya estés disecándote como una momia y no te enteres de nada. Al incinerar al fallecido ya no es necesario el acompañamiento, el trámite del ruido ensordecedor en los pasillos de las salas del velatorio acaba con las manifestaciones de despedida en el responso. Aquí acaba todo, familia, amigos y queridos todos. Este es mi escrito póstumo, como una herencia que deseo transmitir a mis familiares y amigos.

Abraham Méndez
Récord Guinness de publicación de cartas
Sant Joan Despí

Publicado en El Periódico

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