Semana fantástica en la otra Cataluña, la del surrealismo político.
1) Nuestros esforzados dirigentes políticos de izquierdas seguirán permitiendo que se subvencionen colegios con muros de la vergüenza que separan a chicos y chicas, como el instituto en el que yo estudié (el muro era de ladrillos, y bien grueso, os lo aseguro). Eso sí, la tercera hora de castellano ha conseguido un fascinante consenso en contra, CiU incluida. ¿Es que para que el sector opusdeísta de CiU arrimara el hombro contra la "amenazante" tercera hora era necesario seguir con la vista gorda ante la separación de sexos?
2) Como casi no hay temas importantes para tratar, los políticos del "nostre país" vuelven con la "collonada" de querer colocar el distintivo CAT en las matrículas de los coches.