La frase del día: "Para activar el empleo, hay que facilitar el despido".
No tenía a los empresarios por consumidores de droga dura. Pero vista la afirmación del presidente de la patronal, el señor Díaz Ferrán, creo que la consumen por kilos, y encima adulterada, que jode más el cerebro.
La élite empresarial, que hace unos meses pedía intervencionismo -con la boca pequeña, eso sí-, ahora ve a los trabajadores acojonados de verdad y tiran el disfraz de cordero. Despido libre ("libre" es un eufemismo barato de "gratis", quizá por contagio del inglés) y ERE sin que la Administración meta mano. Lo que viene siendo el cerrojazo de toda la vida, vamos.
Eso es la activación, la rotación continua de personal de empresa en empresa (debe de ser que así los puestos de trabajo se multiplican). Y a la mínima que parezca que no quieres trabajar 10 horas -porque ya que activas el empleo, te lo quedas todo para ti-, a la puta calle. Y ya vendrá otro que lo quiera hacer por menos dinero.
Así es como tendremos plantillas estables que aporten experiencia a las empresas.
Viva el desarrollo. Vivan las fiestas patronales.
martes, 17 de febrero de 2009
martes, 10 de febrero de 2009
Esto me pasa por ser de letras
Hoy he descubierto las habilidades de Gerardo Díaz Ferrán como alquimista de los números y de la relación causa-efecto. Dice el presidente de la patronal que indemnizar los despidos con 45 días por año provoca más paro que indemnizarlos con sólo 20. Y yo que pensaba que la sola carta de despido ya provocaba el paro de por sí, con independencia de la indemnización. Pero se ve que no, porque este mago neoliberal ha venido a decir que, ante la perspectiva de tener que pagar 45 días por año si los números de la empresa se tuercen seriamente, los empresarios prefieren curarse en salud y despedir antes de tiempo. En cambio, si "sólo" tuvieran que pagar 20 días por año, se lo pensarían y aguantarían más tiempo a sus trabajadores en plantilla.
Como soy de letras, pienso, al estilo Cela: "Y un cojón de pato". A ver si lo que van a querer los sabuesos empresarios es seguir despidiendo igualmente, se tuerzan o no las cosas, pero a mitad de precio. Pero no me hagáis caso. Es un razonamiento de alguien que tuvo que hacerse de letras porque los números no le acababan de entrar. Se nota que Díaz Ferrán es de otra pasta.
Como soy de letras, pienso, al estilo Cela: "Y un cojón de pato". A ver si lo que van a querer los sabuesos empresarios es seguir despidiendo igualmente, se tuerzan o no las cosas, pero a mitad de precio. Pero no me hagáis caso. Es un razonamiento de alguien que tuvo que hacerse de letras porque los números no le acababan de entrar. Se nota que Díaz Ferrán es de otra pasta.
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